INTRODUCCIÓN:

Sobre principios y mediados de la década de los 90, aquellos afortunados poseedores de una Super Famicom, y al mismo tiempo, seguidores del manga o de la mítica serie Sailor Moon, se podría decir que estaban de enhorabuena en cuanto a la proliferación de videojuegos para su consola. Nada menos que la casi escalofriante cifra de nueve juegos, basados en la franquicia de las guerreras Sailor, vieron la luz en la 16 bits de Nintendo, tocando varios palos, como el beat’em-up, el puzle, o la lucha uno contra uno, como el que nos ocupa, y además, algo de lo más curioso, casi todos ellos desarrollados por una compañía distinta. Como es posible que no sea el único juego de la serie que aparezca por estas páginas, no me voy a enrollar más con el contexto, pero de lo que no cabe duda, es que fue una de las sagas más exprimidas en el sistema.

Casi más llamativo todavía es el hecho de que, salvo el primer título, el brawler Bishoujo Senshi Sailor Moon, que sí recibimos en Europa, el resto de entregas nunca salieron de Japón, a pesar de la relativa popularidad que tuvo a nivel mundial el universo de Sailor Moon. El género de la lucha ‘versus’, al más puro estilo Street Fighter II, fue uno bastante extendido en Super Nintendo, y por él apostó también este Bishōjo Senshi Sailor Moon SuperS: Zenin Sanka! Shuyaku Soudatsusen, aunque como más tarde iré comentando, es difícil no compararlo con su antecesor, Bishoujo Senshi Sailor Moon S: Jougai Rantou!? Shuyaku Soudatsusen (vaya con los nombrecitos…), ya que más que un juego completamente nuevo, podríamos decir que se trató de algo así como una extensión, o una especie de actualización, dadas las escasas novedades que introdujo, y lo mucho que heredó del anterior… y no siempre para bien.