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viernes, 11 de octubre de 2019

Michael Jordan: Chaos in the Windy City

INTRODUCCIÓN:

Michael Jordan: Chaos in the Windy City - Caja PalCon cierta frecuencia, en el mundo del videojuego nos hemos ido acostumbrando, ya desde sus más tiernos inicios, a ver participar en ellos de forma digitalizada a distintas personalidades sobradamente conocidas que pertenecen a otros ámbitos, pero sobre todo al mundo del deporte. Grandes estrellas han prestado su nombre e incluso su imagen para apadrinar videojuegos que han basado en su reconocida personalidad gran parte de su éxito y nivel de ventas aunque en realidad el juego en sí no destacara en ninguna de sus facetas. Es lo que tiene la venta de imagen. En este caso, es una de las figuras más conocidas de la historia del baloncesto, el mismísimo Michael Jordan, el que pone su cara, su nombre e incluso protagoniza este cartucho que, sin ser completamente desconocido, no llegó en su día a plantear rivalidad a otros juegos de su mismo género, bastante extendido en Super Nintendo.

Michael Jordan: Chaos in the Windy City - TítuloElectronic Arts no perdió la oportunidad de llevarse el gato al agua, a pesar de que cuando este juego salió al mercado, Michael Jordan estaba retirado del básquet profesional, dedicándose al béisbol, donde cosechó un éxito bastante discreto. Tener al famoso jugador, que con el tiempo se había convertido ya en todo un icono de la cultura popular, como insignia, les garantizaría más reconocimiento y unas buenas ventas… o eso debieron imaginar. Su carrera “videojueguil” en aquellos años iba ‘in crescendo’ con la aparición del primer título de su saga más conocida, Fifa International Soccer y otras franquicias ya establecidas, y la cosa no había hecho más que arrancar, así que probaron intentando mezclar al gran astro con el mundo de… los juegos de plataformas con un título no exento de ciertos detalles de gran calidad y otros mejorables que no fue el petardazo que seguramente esperaban los de la compañía americana.

TRAMA:

Michael Jordan: Chaos in the Windy City - CandadoAsí pues, en lugar de crear un nuevo juego del tipo “equipo vs. equipo” tan de moda en aquellos tiempos, o enfrentar al mítico personaje con otro de su misma talla (como sucedió en Jordan vs. Bird), EA decidió hacer que el gigante se embarcara en una aventura de acción y plataformas que además resulta ser de lo más delirante, surrealista e inesperada si a todo esto le juntamos una trama que puede ser tildada de grotesca, no porque sea particularmente mala o descuidada, sino los elementos que forman parte de ella y por el marco en el que se desarrolla. Algo que ni el propio Michael hubiese sabido predecir unos años antes. Sin embargo, desde el principio vemos que se puso empeño en contarnos sus pormenores, ya que tras pulsar el botón Start para iniciar una nueva partida, aparece ante nosotros una tira cómica bastante bien representada en la que se nos cuenta el porqué de esta estrafalaria aventura.

Michael Jordan: Chaos in the Windy City - Árbitro psicópataJordan, aunque retirado de la profesión que le hizo famoso a nivel mundial, acude por última vez al estadio de Chicago para el que será el último partido que se celebraría en dicho lugar. Un partido benéfico organizado por el mismísimo Scottie Pippen en el que se enfrentan las mayores estrellas que este deporte ha conocido nunca. Hasta este punto, el guión está extraído de la realidad. Pero al llegar al estadio, Jordan ve la cancha y los vestuarios completamente vacíos y en silencio, solo perturbado repentinamente por una nota que entra rompiendo una de las ventanas, y en la que se reta al jugador a rescatar a sus compañeros, secuestrados y presos por el repelente Dr. Cranium, un científico chiflado cuyo objetivo es reunir a todos estos jugadores y convertirlos en seres mutantes modificados genéticamente para constituir entre todos ellos el equipo definitivo de básquet (¿¿??).

GRAFICOS:

Michael Jordan: Chaos in the Windy City - Cuadro Dr. CraniumTras este argumento que verdaderamente quita el hipo por su categoría de serie B, se encuentran algunos detalles técnicos bastante notorios que dan al juego mucha personalidad, si es que no posee bastante ya gracias a sus elementos casi únicos. Los gráficos, junto con algún otro sub-apartado, son lo mejor de este juego. Algo importante a destacar es que el propio Jordan, pese a lo increíble de su argumento, participó en el juego de forma activa, prestando sus movimientos a captura para realizar unas animaciones muy creíbles y bien hechas en cada cuadro al lanzar, saltar, tambalearse, machacar o incluso bailar de alegría. A Michael Jordan: Chaos in the Windy City - Cuba ácidola hora de andar, su aspecto es fluido, reconocible, siempre botando la pelota y listo para la acción. También nos encontraremos con sus compañeros de deporte, aunque estos pasan mucho más desapercibidos. Aunque algo más recortadas, las animaciones de sus adversarios son bastante decentes, y de estos hay un buen catálogo, también de lo más rocambolesco, como arañas, robots, monos mecánicos, babosas o serpientes formadas por balones de baloncesto… todo muy acorde al espíritu impredecible del juego.

Michael Jordan: Chaos in the Windy City - Deslizando Si magníficas son las animaciones, se puede decir que el resto del juego goza de buen nivel en el apartado gráfico. Recuerdo cuando, a finales del 1994, aparecían imágenes en las revistas del sector. Este juego me llamaba poderosamente la atención y se me quedó en el recuerdo. Sprites bien perfilados y definidos, muchos elementos y motivos en pantalla, un estilo muy peculiar y una paleta de colores que le daba una identidad única… aunque ciertamente a la hora de jugar esto último no corre a su favor, ya que encontramos decorados y fases en general muy tenues y aunque cambiemos de Michael Jordan: Chaos in the Windy City - Electricidadentorno, bastante repetitivas por sus tonos oscuros y colores apagados y muy similares entre ellas. Dicha monotonía queda rota, por encima de todo, en el parque de atracciones y en las casas encantadas que forman el reto final del juego, sublimes a nivel de ambientación (también gracias a su música) y en las fases de tren, divertidas y poseedoras de unos fondos mucho más destacados, además de una buena velocidad sin saltos ni cortes que las convierten en las más frenéticas. Una lástima que estas últimas no estén más explotadas, porque aportan mucha vidilla a este apartado.

Michael Jordan: Chaos in the Windy City - ElevadorLa inmensa cantidad de ítems repartida por cada recoveco de las fases también es un punto a destacar. En estos el colorido cambia radicalmente para que se puedan distinguir perfectamente de los decorados. Ítems de puntos, distintas clases de balones, zapatillas, corazones, vidas extra… aportan mucha luz al conjunto. Hablando sobre la intro en formato cómic, no se quiso desechar totalmente este estilo a la hora de concebir a algunos enemigos, como los árbitros locos o los zombis sin cabeza, aunque es un aspecto muy poco desarrollado que se podría haber trabajado más y hubiese encajado a la perfección en Michael Jordan: Chaos in the Windy City - Esqueletouna historia tan deliciosamente absurda. Nada que ver con, por ejemplo, Comix Zone de Megadrive. El diseño de los niveles opta claramente por una estructura laberíntica, con puertas laser, rayos eléctricos por doquier y un final boss por cada uno de los mundos con tamaños y animaciones que destacan enormemente sobre el resto de enemigos. También vemos algunos efectos interesantes, como el del agua o explosiones de partículas. Solamente por los elementos comentados hasta ahora, es uno de esos juegos que sería impensable ver hoy en día en ningún sistema.

SONIDO:

Michael Jordan: Chaos in the Windy City - MastodonteDe un juego en el que la acción, pero también la exploración meticulosa son las dueñas de la mecánica, uno espera algo más animado de lo que vamos a encontrar aquí. También es cierto que el juego en sí mismo es bastante impredecible, así que en esencia la banda sonora le viene como anillo al dedo, pero que nadie se equivoque y espere temas muy animados de esos que motivan a saltar y correr. Más bien la banda sonora está en consonancia con el apartado gráfico, con pasajes muy repetitivos, casi ambientales, pero sin duda bien Michael Jordan: Chaos in the Windy City - Montaña rusahecha. El primer juego que me vino a la mente al escuchar algunos cortes (los primeros, concretamente) fue Super R-Type y, sobre todo y de una forma muy intensa, a Gods. No tardé en comprobar que tras este último y el Michael Jordan: Chaos in the windy city que nos ocupa está el mismo maestro compositor: David Whittaker, que se convirtió en toda una leyenda gracias a sus trabajos para microordenadores de 8 bits a finales de los años 80, aunque no es el único que trabajó en esta; hay que añadir los nombres de Murray Allen, Marc Farly y Don Veca.

Michael Jordan: Chaos in the Windy City - Michael JordanUn score, como poco, curioso, cuyas melodías están formadas por bajos, sintetizadores y otros efectos electrónicos. Una colección que podría pertenecer perfectamente al género de los shoot’em-up por su cadencia sin alteraciones en la melodía ni en el ritmo. Incluso algunas cuesta distinguirlas entre ellas, y solo será con unas cuantas horas de juego a los mandos cuando comenzaremos a diferenciarlas. Sin embargo, en mi opinión, valen mucho como ambientación pero escuchadas fuera de contexto pierden la gracia (esto ya es algo de gustos personales), si incluso en algunos momentos ya resultan excesivamente monótonas controlando a Jordan. Es de reseñar que se han empleado múltiples efectos sonoros muy bien combinados que recuerdan a la música bailable de los años 90, con toques industriales, ambientaciones techno, mucha percusión y bajos… etc., pero muy poca melodía. Sin embargo, hay un curioso símil al comparar los gráficos con la música. Se podría decir que las canciones son al decorado lo que los efectos sonoros son a los ítems: mucho más vívidos y coloristas, más alegres y llamativos. En seguida identificaremos el objeto recogido gracias a estos últimos. Los alaridos de algunos enemigos, geniales.

JUGABILIDAD:

Michael Jordan: Chaos in the Windy City - Niebla calorEl protagonista digitalizado del cartucho acomete una misión que nunca tendría el verdadero Michael Jordan… pero su identidad en la parte baloncestística se mantiene casi intacta. Su mejor arma siempre ha sido y sigue siendo aquí una pelota de básquet, y nadie sabe usarla como él. La misión principal es lograr encontrar al Dr. Cranium e impedirle continuar con sus delirantes planes, pero también nos toparemos con unas cuantas misiones secundarias; de alguna de las cuales, incluso, dependerá la secuencia final que veamos una vez destruyamos al científico. Una de ellas, la más resaltable, es la de Michael Jordan: Chaos in the Windy City - Pitoencontrar y liberar a los compañeros de equipo, tarea que con cada fase que se avanza, se vuelve más ardua y meticulosa, ya que los programadores no dudaron en usar recursos como paredes secretas, suelos que se pueden romper o ilusiones ópticas ayudándose de las texturas de fondo para confundirnos. Están tan escondidos que tendremos que ingeniárnoslas de varias formas para dar con ellos, congelando enemigos o atravesando muros a ciegas, algo que a veces resulta un tanto desesperante. Sin embargo, no es algo fundamental para terminar el juego.

Michael Jordan: Chaos in the Windy City - Serpiente verdeComo tampoco lo es reunir todas las llaves, pero en cierto modo, ambas cosas van relacionadas, ya que muchos compañeros se hallan tras cerraduras protegidas con una llave de cualquiera de los tres colores, sin contar con los manojos de color plateado y dorado. Los niveles están diseñados con bastante inteligencia y, porque no decirlo, con cierta malicia, y nos obligarán en muchas ocasiones a desandar lo andado para buscar esa llave escondida necesaria para seguir adelante, o si somos más perfeccionistas, cualquier compañero encarcelado o nivel de bonus que hayamos podido Michael Jordan: Chaos in the Windy City - Trendejar atrás. Estos últimos son una gran oportunidad para recargar nuestra barra de energía, coger más armas e incluso alguna vida extra o los tan ansiados corazones dorados (todo ello contra el tiempo). Y con armas me refiero a los distintos tipos de pelotas que existen, cada una con características propias. La bola negra se tira como si de una de bolos se tratase, las moradas rebotan, las de béisbol sirven para coger objetos a distancia, y las de fuego son incendiarias (entre otras). Racionarlas y usarlas en el momento adecuado debe ser una de nuestras prioridades.

Michael Jordan: Chaos in the Windy City - Tubos de ensayoEl scroll está bien logrado y nos permite calcular distancias y observar a los enemigos antes de ser atacados. Pero la dificultad viene por otro frente. De los tres niveles de dificultad a elegir desde un principio, el primero es relativamente asequible, el segundo nos pondrá en aprietos y el tercero solo es para jugadores de acero. Uno de los aspectos que más se criticaron en su día fueron los relacionados con el control del protagonista, y ahora que he tenido la ocasión de terminarlo varias veces, he visto el Michael Jordan: Chaos in the Windy City - Zombi sin cabezaporqué. Se llega a dominar bien con la práctica, pero en cualquier caso es bastante cruel, sobre todo a la hora de lidiar con las plataformas. Un paso en falso, o un descontrol en el equilibrio, y seguramente iremos a parar a una trampa (ya sean pinchos, lava, o pozos sin fondo) que aniquilarán todos nuestros puntos de vida de un plumazo, por lo que hay que ir muy al tanto cuando no vemos suelo bajo nuestros pies. Por otra parte, a veces resulta algo confuso cambiar de pelota (con el botón R) y de llaves (con el Select, mal empleado), sobre todo si nos acosan enemigos que se mueven rápidamente.

CONCLUSIÓN:

Michael Jordan: Chaos in the Windy City - Final BossHa sido sin duda a partir de la segunda pasada al terminármelo cuando realmente me ha enganchado, ya que es un juego que me entró algo cruzado por la dificultad a veces dudosamente calibrada. A pesar de los intrincados laberintos que son cada fase, ir con calma y pisar firme es la clave para no malgastar vidas, y de paso, no olvidar objetos por el camino. Desde luego, no es un juego para pasarse a la carrera, porque terminará frustrando al jugador. A pesar de que su ambientación no es muy atractiva en un primer momento, pronto nos acostumbramos a ella y empezaremos a cogerle el tranquillo, porque los fondos están muy bien hechos, la resolución es buena y además todo tiene mucha personalidad, algo que también abarca el campo de la banda sonora, que nos puede resultar demasiado plomiza en determinados momentos (sobre todo en esos en los que nos encontramos atrapados sin saber por dónde seguir) pero que no está exenta de calidad compositiva gracias a la mano de, entre otros, el gran David Whittaker.

En cuanto dominemos los saltos, cambiemos rápido de pelota y sepamos usar rápidamente las llaves, tan solo nos quedará tener muchos reflejos para esquivar enemigos y mucho tino para encertarles, además de pulir ciertos aspectos como los saltos giratorios, que son muy útiles para coger ítems alejados. Por lo demás, siempre es divertido machacar las canastas que hay repartidas, cada una con su propia función, buscar ese objeto que se nos resiste y Michael Jordan: Chaos in the Windy City - The End / Finrecorrer cada nivel hasta saberlo casi de memoria, la experiencia se vuelve más gratificante cada vez. Si unos pocos meses antes le tocó a Shaquille O’neal demostrar sus dotes en el combate cuerpo a cuerpo en Shaq Fu, ahora Michael Jordan debe batirse contra mutantes, robots medio humanos y demás engendros para salvar a sus compañeros y al mundo del baloncesto en general. Tareas poco relacionadas con sus verdaderas profesiones, sí, pero es que a mediados de los años 90 con una idea, por disparatada que pudiese parecer, casi todo era posible. Era parte de la magia del momento.

- Lo Mejor del Juego: El diseño de las fases y la animación de Jordan, muy conseguida y convincente. Su atractivo va a ritmo creciente. Ciertos toques de humor bastante ácido. Una idea original con una realización lograda. Los interludios del tren son muy divertidos.

- Lo Peor del Juego: La música se puede hacer un poco cargante. Hay ciertos aspectos del control que no se pulieron bien. Que no se avisen de alguna forma las salidas de nivel. Los gráficos de cada fase pueden resultar excesivamente iguales unos a otros.

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