Como un fugaz y efímero recuerdo de tiempos pasados, de perspectivas isométricas, saltos imposibles y puzzles rebuscados, Equinox llegó a nuestra Super Nintendo sin hacer demasiado ruido pero cosechando unas buenas puntuaciones y grandes sensaciones entre aquellos que lo disfrutamos, movidos sobre todo por la promesa de disfrutar algo que, sin ser realmente nuevo, nos devolvía aquel estilo de juego olvidado que tantos fans logró en la época de los ordenadores de 8 bits como Spectrum o Commodore 64. Por eso lo del recuerdo. Lo de fugaz y efímero viene a cuento porque, después de muchos años sin un juego de estas características, Software Creations quisieron revivir las sensaciones de los juegos de aquellos años 80, pero su intento quedó en solo un gran juego que se desvaneció en la memoria del tiempo sin dejar descendencia.
De hecho, Equinox no surgió de la nada. Retrocediendo unos años, nos encontramos con otro juego clave que volvió a despertar el gusto por la perspectiva isométrica y el desarrollo de inteligencia, el gran Solstice para N.E.S., de la mano de los mismos Software Creations y del cual Equinox es su segunda parte (en Japón fue titulado sencillamente Solstice II). Una enorme sorpresa y alegría para todos los que en su día jugaron algún título como Knight Lore o La Abadía del Crimen que, con sus limitados medios, nos transportaron a un mundo de fantasía bajo un punto de vista distinto y, en muchas ocasiones, confuso.TRAMA:
Pero a pesar de eso, Glendaal, con una modesta arma y algunas nociones de magia emprende la épica gesta que le ha de llevar a enfrentarse con la cruel Sonia y poder volver a ver a su padre con vida. Sí la primera aventura transcurrió en el Solsticio de invierno, supuestamente esta tiene lugar en el equinoccio de verano. Serán ocho mundos en total, con nuevas situaciones, nuevos enemigos, y nuevos jefes finales, todos ellos esbirros o creaciones de la hechicera para frenar a nuestro protagonista. A pesar de que en algunas publicaciones o sitios se cita como un juego cercano a los Rpg, lo cierto es que la trama no va más allá de lo explicado y el sistema de juego y avance poco tiene que ver con el género.GRÁFICOS:
SONIDO:
Las delicadas notas que suenan muy al fondo de cada fase requieren un extra de atención para ser apreciadas en su totalidad, algo especialmente difícil cuando los puzzles, llaves, tokens y demás son tan exigentes con nuestra capacidad de concentración. Es algo fuera de serie, sin duda. Tiene muy poco que ver con el concepto habitual de banda sonora. Su naturaleza es completamente ambiental. En el momento que menos lo esperemos, sutiles toques de melodía desfilarán entre nuestros oídos, tal vez en momentos claves, o tal vez en medio de una divagación para resolver un puzzle. Todas y cada una de ellas tienen una carga de misterio enorme, pero es que además tienen una personalidad arrolladora a pesar de su suavidad, tanta, que en muchos momentos tan solo escucharemos un tímido goteo, unos temblorosas notas de fondo, o sin más, el silencio solo roto por los incesantes pasos de nuestro héroe, unos efectos de sonido que, por cierto, a pesar de su relativa escasez, son también muy dignos de nuestra atención por su claridad y solidez.JUGABILIDAD:
parecen en los laberínticos calabozos del reinado de Galadonia. Podemos encontrarnos en cualquier lugar, observar con detenimiento la disposición de unas rocas que forman un camino a seguir, pero, ante nuestra sorpresa, acabar encima de unos pinchos debido a que una roca no estaba donde nosotros pensábamos. Es la forma que tiene la perspectiva isométrica de mentir a nuestros ojos, algo que será de lo poco que podemos dar por sentado en cualquier habitación. Cuando las cosas parezcan sencillas, siempre habrá alguna triquiñuela que nos lo haga pasar más mal de lo esperado.CONCLUSIÓN:
Tal vez por el hecho de que siempre me he sentido atraído por juegos distintos a los demás, que me infundan misterio nada más con ver capturas de sus pantallas, Equinox fue un capricho del que me enamoré hace ya más de 15 años. Sin embargo, la sensación esta vez ha sido única, porque ha sido cuando he podido terminarlo después de muchísimos intentos. Con más experiencia, he podido reafirmarme en mi opinión de que Equinox es un juego fantástico y con unos niveles de calidad altísimos. Pero también difícil, muy difícil. No hay nada malo en que un juego sea complicado, todo lo contrario, pero siempre atendiendo a la lógica, cosa que este a veces se salta con gran descaro.
Las principales claves son: salvar a menudo, salir al exterior para recuperar magia (y vida) y no dar nada por sentado, pues la misma perspectiva es él peor de los obstáculos que encontraremos. Pero aun sabiendo esto, es irresistible lanzarse a él viendo sus originales y misteriosos gráficos, sabiendo de su suave control y si se agudizan los sentidos, disfrutando de su sorprendente banda sonora. Tan sorprendente como las extremas puntuaciones que recibió en su día. Mientras unos lo trataron de obra maestra, para otros caería en saco roto como una creación mediocre. Sin embargo, yo no puedo verlo de esta última forma, porque siempre ha tenido cierto halo de magia que me ha resultado terriblemente atractivo.- Lo Mejor del Juego: El estilo gráfico tan personal y su perspectiva me traen grandes recuerdos. El sonido ambiental, sutil, embriagador y casi aleatorio que es pura evocación.
- Lo Peor del Juego: Fases como la del barco son capaces de hacerte tirar la toalla. Las habitaciones ocultas deberían ser un extra, no una obligación.

---------------------------------------------------
Nos encontramos aquí una banda sonora realmente extraña, tan extraña que puede dejar indiferente a la mayoría de jugadores, pero si se sabe escuchar y sobre todo si se conoce la naturaleza del juego, es fácil darse cuenta de que le viene como anillo al dedo a este Equinox, a su concepto de inteligencia, ya que ayuda a relajarse para encontrar la difícil solución a los retos.
1.- Deeso. La ambientación de esta fase casa perfectamente con su sutil banda sonora. Suena tan de fondo que es difícil hacerse una idea y a veces sacar una conclusión es difícil, ya que va apareciendo en pequeñas dosis con silencios intermedios. Por ejemplo, los perturbadores teclados que juegan con melodías desafinadas o el perturbador sonido de fondo de la parte central.
2.- Atlena. En mi opinión, es la mejor fase de todo el juego, tanto por su decoración, por su sensacional efecto ghost layering y también por su música, en la que se ha utilizado un buen número de instrumentos como el arpa del comienzo, que evoca un lugar místico, divino, anteriormente habitado por los dioses. A veces parece incluso que suene de forma aleatoria por el gran número de cambios y vaivenes.
3.- Boss. Ahora una que va más acorde con las partes de acción, concretamente con los final boss. Comienza advirtiendo del peligro que se nos viene encima con un piano acelerado, y continúa con un ritmo muy techno de los 90, muy machacón que nos pone las pilas.
2 comentarios:
Una auténtica delicia leer este análisis tan bien hecho. Acabo de encargar este juego para mi colección de Snes, y me alegra saber que he acertado. Tienes un don con la escritura, en serio lo digo, transmites cosas asombrosas.
Muchísimas gracias, un auténtico subidón de moral leer cosas como el comentario que me has dejado. La verdadera delicia es pasarse por el enigmático y divino mundo de Equinox, espero que no te defraude, porque contiene la esencia de de aquellos primeros juegos para ordenadores de 8 bits con perspectiva isométrica pero elevada a la enésima potencia. El último gran juego de este estilo junto con el Monster Max de Gameboy, aunque Equinox lo supera ampliamente. Gracias de nuevo por tan amable comentario.
Publicar un comentario
Si te ha gustado, ¡escribe tu comentario u opinión!